Hesse, H. (1976). El lobo estepario. México: Editores Unidos S.A.
Cuando se hablaba con él y él – lo que no siempre sucedía – traspasaba los límites de lo convencional y, dejándose llevar de su singular naturaleza, decía palabras personales y propias, entonces uno de
nosotros no tenía más remedio que subordinársele, él había pensado más que otros hombres, poseía en asuntos del espíritu aquella serena objetividad, aquella segura reflexividad y sabiduría que sólo
tienen las personas verdaderamente espirituales, a las que falta toda ambición y nunca desean brillar ni convencer a los demás, ni siquiera tener razón (pag 15)