Bouleau, C. (2006). Tramas: la geometría secreta de los pintores. Madrid: Ediciones Akal.
Introducción (pag 9)
Hemos procurado resistirnos siempre a la tentación de buscar en la aplicación de una fórmula privilegiada el criterio del
valor estético; al no ser ni matemáticos, ni filósofos, nunca intentaremos demostrar que una obra es el parangón de belleza
bajo el pretexto de que pueda explicar el más complejo y científico de los esquemas (pag 9)
Capítulo 1 Arte monumental (pag 13)
Decorar un monumento significa aceptar las servidumbres que marcarán profundamente la disposición de las partes, sus
proporciones, la composición en su totalidad (pag 13)
[Digo yo, si cambio MONUMENTO por CUERPO, se puede decir lo mismo con respecto al tatuaje]
La escultura decorativa o la pintura mural aportan a un monumento su acabado, ACENTÚAN o ENRIQUECEN CIERTOS ASPECTOS, PERO
NUNCA DEBEN PERJUDICARLO (pag 13)
Cuando se recorre un monumento, las formas cambian sin parar; algunos puntos de vista son positivos y otros sin embargo
desfavorables. El artista debe situarse constantemente en el lugar del visitante… ese es el punto clave que exige su
mayor dedicación (pag 14)
[Digo yo, El tatuaje es una miniaturización de lo representado (la mayoría de las veces, a no ser que sea un
tatuaje muy grande que represente un elemento que en la realidad es pequeño). Es lo contrario a agigantar los
elementos para el arte monumental]
Inteligencia óptica (pag 15… ver más)
En la escultura románica, la figura humana posee una ductilidad que siempre ha sido motivo de asombro… la figura humana
ya no tiene una forma fija, se adapta con humildad, como el resto de los elementos, a las leyes internas de la
ornamentación (pag 16)
Visto a cierta distancia del monumento, un personaje de gran cabeza parece pequeño, y un personaje de cabeza pequeña, grande. Si se trata
de personajes que guardan aproximadamente las dimensiones naturales, el que tiene una cabeza pequeña parecerá más grande del natural y
proporcionará, por lo tanto al elemento que lo enmarca grandeza y elegancia (pag 16)
Cánones de belleza: egipcio rígido, griego flexible (pag 16)
Aquellos grandes artistas contemporáneos que han tratado mejor el verdadero sentido de la representación mural, siempre han
referido por instinto o reflexión, a los métodos de los egipcios y románicos. Raoul Dufy, en ‘El hada electricidad’, coloca
dos personajes de grandes dimensiones junto a una multitud de figuras de tamaño natural (pag 19)
Perspectiva monumental… los bajorrelieves o frescos situados en lo alto de una cornisa no pueden ser concebidos igual que
en las partes bajas, al nivel de los ojos (pag 23)
La visión en escorzo de los altos muros deforma los temas representados; esto no resulta un inconveniente cuando se trata de
obras bizantinos o medievales que GUARDAN LA MISMA FUERZA FRONTAL independientemente de la distancia del espectador (pag 23)
Esta multiplicidad de puntos de vista tampoco es incompatible con las obras arcaicas, cuyas falsas perspectivas puramente
descriptivas no buscan una ilusión óptica y decoran el muro como un tapiz, sin perforarlo (pag 23)
Capítulo 2 El marco (pag 31 a..)
En un friso… los límites horizontales paralelos ejercen una presión sobre el contenido, generando una fuga a la izquierda
y derecha… un marco que mantiene las formas sólo arriba y abajo y cuya libertad lateral es como una invitación al
movimiento. no es por azar que los temas elegidos para los frisos sean procesiones, desfiles (pag 31)
[Digo yo, pienso en el brazo cuando es visto como horizontal, es una posibilidad crear la misma fuga a los lados y el movimiento,
aunque también es vertical en algunas posiciones, pero ese es el juego con el cuerpo y las composiciones que se pueden hacer
sobre él]
Con ello obtenemos las líneas constitutivas del rectángulo, a partir de las que el artista tirará todas las que precise.
Efectivamente, los puntos de intersección de las diagonales de los cuartos posibilitan la división de los lados en cuatro
partes iguales, mientras que los puntos de intersección de estas mismas diagonales de los cuartos con las diagonales de las
mitades determinan las divisiones de cada medio entre tres, y de los lados en seis, lo que permite dividir fácilmente los
mismos lados en tres. Uniendo estos puntos de división unos con otros, obtendremos diversos sistemas… A veces las
diagonales desaparecen completamente de las composiciones estando sólo organizadas por líneas secundarias nacidas de los puntos de cruce (pag 42)
Estas divisiones simples de la superficie del círculo o el rectángulo no constituyen en sí mismas una composición.
Constituyen una red, o incluso menos: una ayuda, una especie de repertorio de las líneas constitutivas de una figura
geométrica dada… Del mismo modo que el músico deberá, si quiere mantener una tonalidad dada, respetar los sostenidos o
los bemoles, es decir, las alteraciones que forman la armadura, o el armazón de ese tono, el pintor, ante una forma dada,
no podrá descuidar algunas divisiones que le vienen por ella impuestas o que en todo caso no pueden ser ignoradas. Esas
líneas interiores dependen de la forma circunscrita por el marco, y así lo manifiestan; diremos que constituyen la
<<armadura>> de esta forma, ya que existen independientemente del pintor, siendo utilizadas además por él en mayor o menor
medida, dependiendo de su gusto, y ello en obras de épocas, estilos y composiciones tan diferentes como lo pueden ser dos
sonatas cuyo único punto común sería que todas ellas están escritas en Re mayor (pag 43)
[Digo yo, Al leer esto antes pensaba en la opresión que dan las reglas establecidas. Pensaba en cómo una mente creativa quiere hacer sin
que le digan por dónde y que eso es innovador. Sin embargo ahora con el tiempo, puedo ver que esas líneas guía sirven a la mente
creativa. Le funcionan para facilitarla integración de su imagen con el espacio total que delimita el marco, la libertad no se pierde.
Al contrario, tener esas guías puede dar más libertad al juego que las envuelve. Tomando en cuenta esta ‘armadura’, se puede saber
que el mensaje confeccionado va a ser comprendido por todo el que vea el cuadro.]
Armadura del rectángulo. Para comprender bien el significado de la armadura del rectángulo, conviene destacar que la
presencia de las diagonales no salta siempre a la vista; lejos de ello, basta con que sus puntos de cruce o la proyección
de estos sobre los lados contribuyan a la construcción de sus hiladas (buscar bien la palabra, no sé si era esa???????).
Elegidos así los puntos, el pintor hace desaparecer las diagonales lo mismo que el albañil desmonta su andamio (pag 43)
A pesar de las posibilidades que ofrece el marco rectangular, el más cómodo de todos, incomoda a veces a los artistas. No es
siempre fácil introducir en él las escenas esbozadas libremente a priori sobre el papel. La costumbre de dibujar sin tregua
(toda ocasión es buena para anotar una forma, una observación , sin un objetivo concreto) hará surgir ideas que el artista
deberá considerar… siglo XVI… el artista busca plasmar sus ideas con un lápiz o una pluma, trata el tema en su conjunto,
agrupa los personajes y más tarde ensaya marcos rectangulares, que cortarán o suprimirán ciertas partes. Esta técnica es
muy recomendada por Paillot de Montabert (Traité complet de la peinture) (pag 47)
[Digo yo, Este párrafo me hace pensar en la composición que he hecho en mis diarios de dibujos, donde no me siento presionada
por ‘cómo se van a ver’. Entonces me he tomado la libertad de empezar las formas desde sí mismas, desde la parte que a mí me
parece más importante, y ya que está avanzado el trabajo de la forma, ahora sí lo puede cerrar un cuadrado o rectángulo de comic
que no la mutile ni le sobre espacio. Es un método muy intuitivo de componer la imagen. Quizá eso es lo céntrico y excéntrico, de
lo que se hablaba en el libro ‘El poder del centro’. Este método sería céntrico, digo yo]