Capítulo 3: Recuerdos
26 de mayo de 2017
Rescato lo esencial de las imágenes guardadas en mi disco duro. Realizo la curaduría de la exposición permanente de objetos, de obra, de producción visual que es esta tesis.
Este capítulo se convierte en una mezcla de canciones, calzones, discos, pinturas, grabados, escenarios y escenografías.
CALZONES y Televisión
Este último capítulo quisiera hacerlo a mano. Quisiera llenar la hoja de flechas y puntos y signos de exclamación y dibujitos.
Extraño ensuciarme las manos por la madrugada con la urgencia de tener algo listo para mañana… un objeto que, según la imaginación de la noche, dibujará una escena ideal, terminará de decir todo lo que no se podrá decir ya ni con palabras, ni con música, ni con el cuerpo. Ese objeto es el detalle que brilla detrás de las acciones, la firma de los actores, el signo de continuidad entre una aparición y otra.
«El intento de ordenar, clasificar y racionalizar las distintas actividades humanas conduce hacia una exagerada atomización de las mismas… por un lado se considera la actividad fabricante de las cosas que cubren las necesidades vitales, trabajo, ciencia y técnica, y por el otro el amplio mundo de la creatividad artística que en términos genéricos llamamos arte. Pero entre estos dos mundos queda una serie de fenómenos o hechos que no están claramente incluidos en ninguno de los anteriores y en los que influye la técnica, la ciencia, el trabajo y, por supuesto, la creatividad artística y que, por su resultado, al tener el carácter efímero, fugaz, fungible, se llama con nombres como moda, adorno, frivolidad festiva, entretenimiento.» (Fernández Arenas:1988;9)
A la par de redactar este tercer capítulo abro páginas de Internet, abro libros, abro videos y analizo cualquier pieza informativa para verla con estos nuevos ojos estructurales que me ha brindado la hechura de esta tesis. Esto es porque necesito que se entienda,
«…el lenguaje, cuando queremos que funcione como arma o como herramienta, se dispone para que nos entendamos y no para divagar; ha de ser práctico y ha de significar… Igual que podemos jugar con tantas cosas, el lenguaje no es una menos, pero siento que nos falta un poco ubicarnos en dónde estamos, para quiénes hablamos y a quiénes decidimos escuchar. Mi sincera opinión sobre el lenguaje académico es que sólo sirve para que algunxas precarixs vivan de becas y así puedan realizar sus activismos, para succionar recursos del Estado y las instituciones… No considero las eyaculaciones de estas pajas útiles para las luchas de base» (Torres:2017;28)
ya que mi deseo, al igual que lo fue al producir calzones con el nombre de Las izquierdas, es comunicarme en niveles básicos e íntimos con quien así quiera comunicarse conmigo. A mi modo de ver, el formato de lo que producimos puede cegar a nuestro interlocutor o al contrario, y con suerte, provocarle una chispa de atención que abra los canales del diálogo.
«El conocimiento de este variado mundo que visualiza ideas, creencias, prácticas, es cada vez más considerado en la historiación del arte. Pero no suelen tenerse en cuenta otras manifestaciones que estructuran la celebración festiva completando la escenificación, los códigos figurales y los sistemas de cada cultura. Nos referimos al espacio de consumo estético, a los elementos plásticos en los que el hombre sirve de soporte y a los materiales que componen el escenario: los vestidos, los peinados, los perfumes, determinados maquillajes y pinturas, los alimentos y comidas especiales; los elementos de luz, vegetales, aire y agua. Todos ellos profusamente utilizados en la vida privada y pública de los hombres, perfectamente descritos y conocidos en todos los ritos festivos y por su carácter efímero, no museables, pocas veces considerados como objetos o fenómenos artísticos.» (Fernández Arenas:1988;11)
Antes de entrar a la licenciatura de Artes Visuales, yo no tenía contacto ni conocimiento de la élite del arte ni de lo que ésta englobaba. Quizás es por eso que, aún habiendo estudiado el fenómeno a fondo en mi vida adulta, mis códigos de comunicación naturales los ubico en la esfera de los medios masivos: revistas, televisión, Internet y publicidad en todas sus variantes. Creo que esta la razón básica de que mi ser busque exponerse en ese nivel tan simple, aún con las herramientas y formación académica en arte, y con un contenido poco probable de masificación. Aunque con la forma necesaria para llegar a quien necesita escuchar lo que nosotros tenemos que decir.
Elaboramos una gran cantidad de calzones que compramos a bajo precio para serigrafiarles el logo de Las izquierdas. Éstos los vendimos, los regalamos, o los intercambiamos por otros bienes o serivicios con otros productores culturales.
«Para mí hay una diferencia muy grande entre un juguete para intelectuales y un arma para guerrillerxs… y estoy convencida que con lo primero no se ganan batallas que trasciendan el papel y que signifiquen en la realidad.» (Torres:2017;28)
Por eso tengo que hacer una breve mención acerca de la tele.
«Estaba fechado un 26 de marzo de 1948… Era en el diario Excélsior e invitaba a descubrir el nuevo invento de la televisión:
…Más de 50 mil personas pasaron delante de la cámara de televisión y pudieron ver sus rostros y cuerpos proyectados en las cinco pantallas en el vestíbulo del cine Alameda… Se movían, saludaban , eran otros y, a la vez, ellos mismos: uno mismo televisado. ¿Qué dejamos cuando somos televisados? ¿Somos otros? ¿Somos los mismos actuando que estamos siendo televisados? Nunca sabremos. Los 50 mil mexicanos de 1948 descubrieron así que todo tenía otro, que dentro de nosotros había alguien más, un ser televisable, que no se comportaba como el yo de todos los días, que era otro, único, frente a la cámara de televisión. Todo gracias a lo que algún día sería Televisa.» (Mejía:2012;328)
Lo peor que se puede hacer para acabar con un problema es negar su existencia. Y ahí, en televisa, es que muchos mexicanos tenemos un problema enterradísimo en nuestras infancias, en nuestras horas de ocio, en la captura de nuestros momentos de laxitud mental.
Las izquierdas aprovechamos una invitación que nos fue extendida por Rompeviento TV para hacer un show de una hora que tratara de nosotros tocando y siendo entrevistados por los presentadores, creadores y realizadores del programa Cero Decibeles, Luis Cortez y Santiago Flores. No está de más mencionar que, al ver detrás de cualquier artificio o producto, y vivir al experiencia completa, los esquemas mentales se mueven y reubican. La Televisión se trata de lo mismo que lo demás: estar presente, estar consciente, reírse del mundo, hacerse portátil y utilizarla como una gran herramienta, por sus cualidades de humanidad casi tactil.
Rompeviento TV es un canal de televisión por Internet diseñado (al igual que Las izquierdas, durante el año 2012) para distribuir información disidente más bien relacionada con la política. Sus programas muchas veces son mesas de trabajo con invitados de procedencias varias. Tienen la premisa de «creer en la subjetividad de la objetividad», planteándose como un medio de comunicación reflexivo . Los temas presentados abarcan desde la política clásica partidista, hasta situaciones más inmediatas como el estado del agua en México, hasta lo cultural, tal como fue exponer a proyectos locales con trasfondo transgresor como Las izquierdas.
Más información en: http://rompeviento.tv/