FOTOGRAFÍAS y Videoclips
Una parte clave de lo que me ha motivado a hacer esta tesis es una extrema necesidad e instinto por preservar las imágenes que nacieron a partir del proyecto de Las izquierdas.
«When the real world is transformed into an image and image becomes real, the practical power of humans is separated from itself and presented as a world separated and organized by the media… After having falsified all of production, it can now manipulate collective perception and take control of social memory and social communication, transforming them into a single spectacular commodity where everything can be called into question except the spectacle itself, which, as such, says nothing but, «What appears is good, what is good appears.»» (Agamben;1993;87)
A través de la fotografía, que funciona como un filtro de la realidad, en el caso de las imágenes de los shows y vivencias de Las izquierdas, se nos permite ver expresiones de sexualidad, música, rabia y coraje que, cuando no se miran con aquel filtro, siguen funcionando como un tabú. La fotografía nos da la oportunidad de compartir las emociones generadas tanto en el público como en la banda y, al formar esta nueva realidad, nos permiten integrarlo a una normalidad y hacerlo más digerible para los públicos que no estuvieron presentes en el tiempo y espacio en el que se dieron estos eventos. Precisamente porque ya no se trata de una interacción humana directa, sino de una imagen.
«In a certain sense, the process of emancipation is as old as the invention of the arts. From the instant that a hand drew or sculped the human figure for the first time, Pygmalion’s dream was already there to guide it: to form not simply an image of the loved body, but another body in that image, shattering the organic barrier that obstructs the unconditioned human claim to happiness.» (Agamben:1993;56)
Y aunado a la creación de estos nuevos cuerpos que nos otorgaron, que ahora sirven para ilustrar los fondos de este libro/tesis que elaboro, los fotógrafos que captaron a Las izquierdas en sus distintos toquines (con los cuales siempre estaré muy agradecida) nos otorgaron un regalo muy grande y la mayor parte de las veces, inesperado y espontáneo: el testimonio histórico y la capacidad de atraer nuevos receptores por medio de la compartición y reproducción de esas imágenes que ellas y ellos captaron tan oportunamente. De alguna forma las fotografías que reflejaban felicidad, humor, sexualidad, agresividad o simple despreocupación por los juicios, extendían a quienes las llegaban a ver, la promesa de pasar un gran rato con nosotros si asistían al próximo concierto.
«To appropiate the historic transformations of human nature that capitalism wants to limit to spectacle, to link together image and body in a space where they can no longer be separated, and thus to forge the whatever body, whose physis is resemblance -this is the good that humanity must learn how to wrest from commodities in their decline. Advertising and pornography, which escort the commodity to the grave like hired mourners, are the unknowing midwives of this new body of humanity. (Agamben:1993;57)
A estas alturas, cuando observo con objetividad la industria musical dominante y su monstruoso número tanto de seguidores como de ganancias, y lo comparo con el alcance que se logró con Las izquierdas, comienzo a entenderlo de otra manera. Las izquierdas me parecen como un juego, en el que jugamos a cumplir con todos los requisitos establecidos por las industrias culturales. Pero lo divertido de ese juego es que su objetivo era elaborar y entender uno a uno los requisitos… ni siquiera llegamos a rozarnos con aquellas industrias mencionadas. Y lo más divertido aún, es que realizar todas esas proezas no hizo más que moldear nuestras habilidades y afinar nuestras prioridades y nuestras decisiones con respecto al futuro. Al mismo tiempo que nos dejó un testimonio histórico.
Por supuesto que entre aquellos requisitos mencionados se hallaba el videoclip. Ya decía Walter Benjamin en los inicios del cine:
«… la industria cinematográfica tiene interés en acicatear la participación de las masas mediante representaciones ilusiorias y especulaciones dudosas. Para lograr este efecto ha puesto en movimiento un enorme aparato publicitario: ha puesto a su servicio la carrera y la vida amorosa de las estrellas, ha organizado consultas populares, ha convocado concursos de belleza. Todo ello para falsificar, por la vía de la corrupción, el interés originario y justificado de las masas en el cine: un interés en el autoconocimiento y así también el conocimiento de su clase.» (Benjamin:2003;23)
Las izquierdas realizamos formalmente dos videoclips. El primero fue hecho por Omar Jacobo. Y se trató de un en vivo, sumamente sencillo en el que él nos grababa tocando «Abuso de autoridad» y luego desordenaba y desfazaba las imágenes del audio a la hora de la edición. Es divertido y fue nuestra primera oportunidad de autoconocimiento en ese sentido.
El otro lo hicimos mucho tiempo después, y fue más ambicioso. Lo hizo Miroslava Tovar, y probablemente, desde la idea, incluía todos los estereotipos de los videoclips dominantes:
«al menos la mitad de los jóvenes que entrevistamos y con los que realizamos grupos de discusión… deseaban otro tipo de videoclips que no hallaban en los flujos principales del mercado… Demandaban videos que hicieran referencia a su realidad, donde no todo fuera fiestas en mansiones y evasión etílica, que hablaran de la amistad, del amor, que en sus contenidos respetaran a las mujeres…» (López Arnal:2015;156)
El video se trataba de un chico que se había quedado dormido haciendo su tesis y, al despertar, encontraba entre sus cuadernos una tarjetita de Las izquierdas. Las llamaba para que fueran a su lugar de trabajo a animarlo. Entonces se hacía una fiesta (con evasión etítilica incluida) aunque no en una mansión, sino en el estudio de un pintor.
Sin embargo, el objetivo de este video no era capitalizar, sino genuinamente acercar y pedir a las personas que nos invitaran a tocar a sus fiestas. Incluso aparecía una tarjeta de presentación con el número real de Gabo. Además, todo lo requerido para crear la atmosfera del video fue gestionado y elaborado por nosotros (yo dibujé y recorté unas máscaras de rinocerontes y presté todos mis vestidos para que los usaran aquellos rinocerontes, Gabo diseñó las tarjetas de presentación, Miroslava se encargó de encontrar la mejor locación donde podríamos haber grabado, Gabo consiguió cascos de obrero…)
«… que en los videoclips aparezcan atractivas personas bailando ligeras de ropa no tiene por qué ser automáticamente superestructural/ideológico, porque es parte de la cultura del homo sapiens admirar la belleza del cuerpo humano en relación con la música (piensa en el milenario arte del baile). Esto no fomenta el capitalismo ni el socialismo de por sí. En cambio sí es superestructural/ideológico… si esta sensualidad se utiliza como medio para colarnos una ideología procapitalista en nuestra cosmovisión.» (López Arnal:2015;163)
Reflexiono entonces, que en el fondo y la hechura del video, se hallan mensajes más bien de autogestión; dado que son los mismos personajes los que aparecen como obreros y como «estrellas del espectáculo», dejando bien claro que no hay jerarquías de clase que impidan que sean ellos mismos los que armen su show.
«En realidad las mercancías culturales, como cualquier otro bien o servicio realizado para su venta, se producen en primer lugar no para hacer felices a las personas sino para que los empresarios que inviertan en ellas las vendan y ganen dinero. Mucho dinero. Así que la razón última que prevalece es ésta y el producto no es sino un medio para este fin..» (Illescas:2015;26)
«… no pocos jóvenes de los que entrevistamos, ni siquiera eran conscientes de los objetivos pecuniarios de los videoclips. O sea, consumían decenas de ellos a la semana sin saber los motivos por los que estaban frente a sus ojos . Cuando los chicos ven un tráiler de una película saben que les quieren vender la entrada para verla en el cine. Pero como el videoclip, en principio, parece que se puede consumir «gratis» por la Red, se presenta casi como si fuera un regalo de los artistas a sus seguidores. Así que, desgraciadamente, muchos adolescentes tenían una idea del videoclip más cercana a la obra de arte inmaculada que al concepto de mercancía.» (López Arnal:2015;160)
Eso mismo, esa cualidad de gratuidad y de facilidad de compartir, es justo lo que debemos cultivar conscientemente, si deseamos continuar haciendo un arte que no busque llegar al punto de tener subordinados y empleados que nos den riquezas, sino al punto en que quien lo consuma esté consciente de que él/ella también puede desarrollar sus habilidades y no sólo ser un espectador pasivo por el resto de sus días.
Aquí algunos datos sobre los fotógrafos y videoastas mencionados en este capítulo. Agradecimiento eterno para ellos:
Miroslava Tovar: https://www.youtube.com/user/nomasmallory/videos, http://miroslavatovar.blogspot.mx/
Omar Jacobo: http://www.madrefocaproducciones.com/
Octavio Guerrero: http://cargocollective.com/octavioguerrero/BIENVENIDO
Orlando Canseco: http://mh-radio.net/
Efe Cisneros: https://www.flickr.com/photos/piecesaboutnescrios
Alejandro Montfort: https://alejandromonfort.carbonmade.com/
Roberta Cienfuegos: https://jimenamuhlia.com/
Luis Omar González Pérez: www.nighttime1990.tumblr.com