Conclusiones
Cuando comencé este trabajo sobre la banda Las izquierdas, hace ya casi tres años, lo que buscaba era explicarme profundamente y con herramientas que incluyeran más que mi percepción subjetiva, unas vivencias que cuando ocurrieron me movieron del lugar en el que yo estaba acostumbrada a existir. Sabía que tenía mucho material visual y que había algo que indagar en esa historia.
Estaba segura de que al elaborarla descubriría las palabras para transmitir fuertes sensaciones inefables que no quería guardarme. Buscaba que nada de eso se pudriera dentro de mí, y más bien pasarlo, compartirlo.
Una vez que ya estaba en el camino de hacer la tesis comencé a divertirme mucho al darme cuenta de que estaba creando un nuevo objeto, un libro. Y que éste, como forma de arte, también era capaz de tener su propio carácter, su modo de hablar. Y más aún, que me estaba obligando a aprender a hacer varias cosas nuevas. Especialmente si quería lograr los objetivos que me había propuesto al inicio.
El propósito de compilar en un documento gran parte de las fotografías que tenía en mi posesión se cumplió. La imagen es muy poderosa cuando se trata de desencadenar reacciones y comunicar emociones y vivencias. Le da un nivel de realidad a las palabras.
El propósito de comprender la naturaleza de artista «multidisciplinario», como yo lo llamaba al principio, me llevó a plantearme muchas cuestiones éticas que me sorprendieron y que me ayudaron a elaborar nuevo conocimiento sobre las necesidades humanas en relación con la hechura del arte. Esa es mi parte favorita del escrito, aunque también la más compleja. Pude sentir, a lo largo tanto del proceso de escritura como el de manipulación de imágenes, las cantidades de compromiso y trabajo que demanda aquella posición, a la que después de mucha investigación (y compartición, y discusión, y aportación) llegué a llamar «transversal».
Sin embargo, aun contando con toda esta recolección de teorías y partes de la historia de la humanidad afines a mi sentir de resistencia, autogestión y demás, me doy cuenta de que hay que tener mucho cuidado con «tener la razón». Esta tesis está llena de consejos y de sugerencias, de vivencias y metáforas. Pero no busca tener la razón. Sólo busca ser leída, conversar con alguien, ser el testimonio de un tiempo y espacio concretos.
Personalmente, me deja con muchas ganas de accionar y continuar mi camino.
Mi apuesta es que también haya aportado algo al corazón, a la razón, a los hábitos, a la metodología, a la sensibilidad de alguna otra, algún otro…