DISCOS y Bandas
Tener un disco de Las izquierdas en las manos es como ver una travesura infantil llevada al éxito. Documenta lo que es haberse saltado a toda la burocracia, a toda la selección, a toda la aprobación e ir directamente al grano: producir un resumen empaquetado de la historia musical de estos tres creadores en comunión.
Además, el disco en su formato de CD funciona como un compilado estético de la experiencia sonora que fue la banda, totalmente ligado con sus declaraciones visuales y gráficas.
«When Johnny Rotten of the Sex Pistols proclaimed, «if people bought the records for the music, this thing would have died a long time ago»… he illustrated the importance and power people place on «the look of music.» Using all forms of mass-media exposure, popular music has increasingly relied on visual style to present and sell itself… While the basic role of music packaging remains the protection of the prerecorded medium, it also functions as a visual mnemonic to the music enclosed and as a marketing tool.» (Jones y Sorger:1999;68)
Por supuesto que no hay que ignorar que poco a poco el «objeto disco» se va volviendo obsoleto en su presentación. Ya en 1999, en el mismo ensayo ‘Covering music’, Jones y Sorger se preguntaban: «If new digital forms, particularly ones that involve the Internet for downloading, become popular means of acquiring music, what might become of the visual elements of music packaging?» (Jones y Sorger:1999;70)
Y en realidad todo lo digital es un campo abiertísimo a propuestas y experimentos a ese respecto.
«…el vínculo entre imagen y música fue el resultado de que el vinilo se raya con facilidad, lo cual hizo necesario un embalaje sólido. Y hasta hace relativamente poco, este embalaje venía sin imágenes, ni créditos, ni folletos interiores con textos, etcétera… Durante siglos, la gente disfrutó alegremente de la música sin ningún tipo de material visual adjunto ni embalajes atractivos. Sin embargo, me enteré de que cuando Alex Steimweiss diseñó la portada de una de la primeras ediciones del álbum de la Sinfonía Heróica de Beethoven, el embalaje hizo que las ventas aumentaran en un 800 por ciento… La presentación del producto musical ha evolucionado hasta personificar una visión del mundo representada no sólo por la música, sino también por el embañaje, el artista, la banda, el espectáculo, el vestuario, los videos y todo el material asociado. Pero podría ocurrir que muy pronto la música volviera a ser sólo audio, sin ninguno de estos aditivos, gracias al mundo digital, en el que mucha gente compra versiones digitales o sólo la canción que le gusta, y todo el material añadido y las imágenes adjuntas son obviados e ignorados. Puede que la era en que una nube de datos y palabras envolvía a la música pop como algo representativo de cierta cosmovisión haya llegado a su fin.» (Byrne:2011;67)
Pero en el caso de Las izquierdas, la necesidad de editar un disco impreso descansaba precisamente (por lo menos de mi parte) en nuestros ideales y sueños adolescentes. En ellos, el disco era un símbolo de concreción y de existencia en el mundo de la música.
Precisamente por la conciencia acerca del mundo digital, y también por la conciencia de que éramos capaces de (con bastante paciencia de por medio) hacerlo, es que nos lanzamos a hacer el disco con nuestros recursos y vivir todas las experiencias que eso implicaba.
«The demytstification of the industry had begun; there was no big secret, the process of releasing records wasn’t difficult to understand of achive. The increase in affordable technology at this time meant that such activities were no longer so far out of reach, and countless people took this opportunity. Crass were one such 70’s punk band who soon began releasing their own record.» (Spencer;DIY)
El proceso de hacer el disco fue más o menos así:
- Nos clavamos primero en la composición de las rolas (a excepción de las dos canciones versionadas que aparecen); luego, ya cuando estaban bien definidas, nos pusimos a buscar la manera más conveniente de grabarlas de acuerdo a nuestras particularidades, pasando por varios intentos fallidos de grabación [para esto pedimos ayuda a nuestros amigos músicos Amón Melgarejo y Damián Pérez]. Después de eso, había que ordenar y editar lo grabado [en eso nos ayudaron una vez más ambos]. Y al final masterizar el disco completo, un proceso en el que se «empareja» el sonido a fin de que la totalidad de las canciones funcionen como un conjunto [en este paso, fue el mismo Andrés Acosta el que lanzó a la tarea de experimentar y aprender de qué se trataba este proceso]
- Por otro lado, fuimos poco a poco realizando los visuales que acompañarían el disco; primero yo hice algunos dibujitos divertidos que ilustraran y le dieran vida a las páginas que contendrían las letras de las canciones; luego escribí a mano las letras para al final escanear ambos trabajos. Luego seleccionamos entre las estampas que ya estaban hechas las que nos podrían servir y las escaneamos. Después nos pusimos a pensar cuál sería una portada apropiada para este conjunto de nuestro trabajo [y por unanimidad decidimos que una fotografía funcionaba muy bien, era de la infancia de Mery Buda y en ella aparecían ella y sus hermanos metidos en una tina]. Después elaboramos la contraportada que le hiciera juego, replicando la fotografía con Las izquierdas [la fotografía nos la tomó Octavio Guerrero, y la tina nos la prestó nuestro amigo músico David Covarrubias]
- Por último, el delicado trabajo de diseñar parte por parte los elementos que posteriormente se imprimirían mil veces [esto lo llevo a cabo el mismo Gabriel Juárez, que ya tenía experiencia diseñando cajas de discos para otros músicos, entre ellos Los Negretes, Illy Bleeding y Andy Mountains]. En este proceso, acomodar las fotos y los textos en la caja del disco; ordenar las letras de las canciones en un espacio reducido a fin de que fuera reproductible y costeable; también situar la estampa del puñito en el lugar exacto en el que sería sublimado sobre mil CD’s.
En estos pasos se puede notar claramente la concepción que tuvimos de lo que era la autogestión: hacer individualmente las cosas de las que cada uno de los miembros de la banda era capaz, y pedir el apoyo de personas cercanas en cuanto se presentaban situaciones que no podíamos resolver ni en individualidad ni en colectivo. La autogestión no es una arrogancia ni una falsa creencia de que se puede hacer solo:
«lo peor está por venir y las individualidades por muy brillantes y capaces que se sientan no podrán sobrevivir si no es con otros, otras.» (Palabras del subcomandante Galeano, tomadas de La Jornada, 15 de abril de 2017)
Las redes y conexiones formadas con otr@s músic@s durante la existencia de Las izquierdas fueron sumamente importantes para el crecimiento y existencia de la banda, ya que junto a ell@s, con su presencia, es que podían lograr fechas exitosas: Belafonte, además de apoyarnos como parte del cartel en varios eventos que nosotros organizamos, nos invitó al festival Metadata, por el cual aprendimos a hacer un show acústico; Muñeca Galáctica nos apoyó e invitó a múltiples fechas en las que necesitábamos un cartel pequeño y atractivo; igual que Malinche y Los Perros; Las Navajas también nos brindaron su apoyo incondicional en dos toquines muy importantes para nosotros, la fiesta de aniversario y la presentación del disco. También contamos, en varias ocasiones, con la presencia de Chicomoñó como DJ.
Especialmente mencionaré a la música que más contribuyó a que nuestra banda creciera, fue la rapera, DJ y cofundadora guitarrista y baterista de Las Ultrasónicas, Ali Gua Gua, quien a partir de conocernos en el Alicia en un festival de Pornoterrorismo, no se cansó de promovernos, hablar y escribir maravillas de nosotros, y recomendarnos, por ejemplo, para abrirle a la banda chilena, La Floripondio, con más de 20 años de existencia.
No cierro este capítulo insinuando que Las izquierdas llegamos a ningún modelo de perfección ideológica o de organización totalmente efectiva, pero sí puedo puntualizar que fue un gran inicio para asomarse a formas posibles alternativas de concebir la amistad, el trabajo, el dinero, las alianzas y la organización entre artistas y realizadores de actividades afines. Sin duda aún queda mucho que aprender y aplicar…
Hay un capítulo en el libro Vomitorium, que Diana J. Torres publicó muy recientemente, en el que habla sobre «Dinero y trabajo» comentando en una parte:
«Adoro el modelo del Forte Prenestino, una okupa histórica de Roma. Ahí no solo todas las personas que hacen cosas tienen su salario sino que también tienen sus contratos de trabajo. Supongo que es porque no les dio alergia hablar de dinero y de las condiciones laborales más justas para todxs (y bueno, también porque llevan treinta años en el mismo lugar). Eso es autogestión en todo su significado. Para mí, muchos espacios o colectivos de mi contexto más que autogestión parecen de autodestrucción. No es autogestión si no nos podemos cuidar, si no podemos garantizar que todas las personas que participan del proyecto lo están haciendo de un modo saludable para sus cuerpos y sus bolsillos.» (Torres:2017;141)
Para más información sobre l@s músic@s que menciono:
Amón Melgarejo: http://explodedviewband.tumblr.com/
Damián Pérez: https://malincheylosperros.bandcamp.com/releases
Andrés Acosta: https://andymountains.bandcamp.com/
Gabriel Juárez: http://kidjuarez.blogspot.mx/ , https://makedonio.tumblr.com/
Belafonte Sensacional: https://discoscuchillo.bandcamp.com/album/gazapo
Muñeca Galáctica: https://galacticdoll.bandcamp.com/
Ali Gua Gua: https://soundcloud.com/djguaguis, https://aliguagua.bandcamp.com/, https://undergroundlatinmusic.wordpress.com/author/aliguagua/
Chicomoñó: https://www.youtube.com/user/GUACHABOT/videos
La Floripondio: http://www.lafloripondio.cl/