Hazan, Olga. El mito del progreso artístico

Hazan, Olga (2010). El mito del progreso artístico: Estudio crítico de un concepto fundador del discurso sobre el arte desde el Renacimiento. Barcelona: Ediciones Akal

Para mostrar que los historiadores del arte utilizan abundantemente las nociones de evolución, de progreso y de decadencia artísticos, apuntalando este uso mediante la idea de que el arte refleja el mundo visibles, los acontecimientos históricos o la mentalidad de una época, esta obra ofrece un análisis de los criterios sobre los cuales se fundamentan estas nociones, y después estudia el modo empleado por los autores de diversos tipos de escritos para desarrollar argumentaciones que acostumbran a mostrar que el arte progresa o retrocede con el tiempo. La reflexión que se desprende de este análisis se fundamenta en la constatación siguiente: basta con que un autor presenta la historia siguiendo un esquema lineal que al mismo tiempo aporte juicios de valor sobre las obras, los artistas, las épocas o las culturas, para que automáticamente su historia lineal establezca cúspides y declives (Hazan:2010;16)

…dado el considerable número de autores que han recurrido a la noción de progreso artístico, así como la diversidad de las circunstancias de su resurgimiento, tenemos que admitir que la presencia indefectible del mito del progreso en la historia del arte se deriva de la naturaleza misma de esta disciplina. (Hazan:2010;16)

 

1 Evolución, evolución artística, progreso y progreso artístico

 

…en su versión moderna… el término evolución evoca la idea única de una transformación continua. Por el contrario, el término progreso, derivado de los términos latinos processus y progressus, que haría referencia a una «acción de avanzar» antaño excenta de connotaciones cualitativas, se define hoy como una «mejora», una ascención, un «incremento por grados del bien o del mal», «una transformación gradual hacia algo mejor» o un «desarrollo de la civilización». En su versión actual, el concepto de progreso -como su opuesto, el declive que significa «disminución», «regresión», «crepúsculo», «vejez» y «decadencia» – se distingue por ello del de evolución, en primer lugar, por su dimensión cualitativa, pero también por el hecho de que su aplicación sobrepasa el marco de las transformaciones únicamente biológicas o psicológicas que le atribuyó Darwin. (Hazan:2010;24)

«The Theory of Evolution in the History of Art». En este artículo de 1954, Fingesten, un escultor berlinés, señala que:

Ninguna obra de arte -arquitectura, pintura o escultura- puede ponerse en relación con una obra procedente por la vía de una «transmisión genética», al igual que los estilos, ya sean recientes o antiguos, no forman parte de un «único sistema global». Cada obra de arte «ha sido producida» de manera única y no se ha «desarrollado» en el sentido genético de una teoría de la evolución. El arte es totalmente ajeno al universo biológico de la evolución. (Hazan:2010;26)

… parece difícil imaginar que pueda someterse a un esquema de evolución estilística unilineal, que se extendería durante varios milenios, las innumerables tradiciones artísticas que se desarrollan simultáneamente en diferentes lugares y en contextos políticos, sociales, económicos y culturales extremadamente diversos. Incluso cuando un historiador intenta reconstruir  el desarrollo puntual de una única tradición pictórica, este desarrollo se vuelve rápidamente selectivo a partir del momento en el que este historiador atraviesa varias generaciones de artistas para configurar una herencia acumulativa, olvidando por completo tomar en consideración las pérdidas a las que esta acumulación constante sustituye. (Hazan:2010;26)

La teoría de Darwin sobre la evolución de las especies, combinada aquí a la adaptación que de ello hace Spencer en otros escritos, sirve a Allen para postular que este gusto se adquiere y desarrolla de manera hereditaria y acumulativa: «Cuanto más comparten los individuos los gustos más sanos que existen y los ponen en práctica mediante la elección de un cónyugue, más aseguran a sus descendientes una vida sana y exitosa por la cual ellos transmiten sus propios gustos sanos a las generaciones futuras»… A su juicio, el placer estético, que aparece en primer lugar en el marco de la seducción sexual y que opera tanto en los animales evolucionados como en los seres humanos, desencadena una sucesión de causalidades. Es los animales: «más evolucionados se ha desarrollado sin duda un sentido de lo bello en la contemplación de sus propios compañeros… para intensificarse en aquellos cuya pareja haya experimentado una distinción ornamental más importante». (Hazan:2010;31)

[Allen] Yo añadiría que me siento a menudo impresionado por la extraordinaria locura de los misioneros que tienen la constumbre de denigrar el amor que profesan los salvajes o los esclavos emancipados (las mujeres en particular) por los ornamentos, mientras que en realidad este amor representa el primer paso hacia el progreso estético y el único elemento posible de civilización en su vida, por lo demás puramente animal. Él [este amor] debería más bien utilizarse como incentivo para que, en primer lugar se sientan orgullosos de sus vestimentas y, después, transmitan el sentimiento adquirido a sus hijos, a sus chozas, a sus jardines y a todas sus posesiones. (Hazan:2010;32)

A este respecto, señala [Ralph Linton] que hace años, cuando la «ciencia» de la antropología era completamente nueva y la idea de evolución lineal dominaba todavía el pensamiento europeo, «un grupo de antropólogos ingleses había expresado la idea de que la civilización, en su conjunto, había sufrido una evolución sistemática comparable a la de un organismo vivo». Linton muestra a continuación cómo este paralelismo indujo automáticamente a los autores a construir una historia lineal de la evolución artística, asñi como a efecturar elecciones discriminatorias:

Sin esperar probar esta teoría, dispusieron las culturas de todos los pueblos del mundo en series jerárquicas, situando grupos como los australianos o los colonos sudafricanos en la parte baja de la escala y a los europeos en la cúspide. Consideraron todas las culturas, pusieron a parte media docena que llamaron civilizaciones, como culturas primitivas, empleando el término en su sentido estrictamente científico -que indica aquello que es antiguo, simple y ancestral -[comparando estas culturas] a formas más altamente evolucionadas. (Hazan:2010;34)

…los historiadores del arte evolucionista, como Spencer, Allen y Read, transfieren el modelo biológico de Darwin a un contexto cultural, dentro del cual construyen un trazado lineal a partir de selecciones arbitrarias. El hecho de que estas elecciones deriven de juicios de valor revela, por lo demás, que la noción de evolución artística se utilizó entonces de manera similar a la noción más tardía de progreso artístico. (Hazan:2010;34)

La idea de progreso forma parte de corrientes de pensamiento occidentales que empiezan a despuntar en la época de San Agustín (354-430), se desarrollan en los siglos XV y XVI, alcanzan proporciones importantes en el siglo XIX, hasta sufrir en el siglo XX la aparición de una crítica que las debilita sin llegar, no obstante, a eliminarlas. (Hazan:2010;36)

La idea de que el paso del tiempo es causa de una mejora ha sido ilustrada por diversas imágenes, como la del paraíso cristiano o la del ideal del cumplimiento de una justicia social marxista. (Hazan:2010;37)

Para Caird, no hay duda de que la historia de la humanidad es una historia que fue y seguirá siendo una historia del progreso. En su discurso de 1875 sobre el progreso científico, afirma que «la historia del conocimiento humano es una historia que, en su conjunto, es la historia de un proceso continuado que se va acelerando», idea que retoma en su discurso de 1887 sobre el progreso artístico, que comienza del modo siguiente:

La historia del conocimiento humano es, globalmente hablando, una historia del progreso. Esta característica es evidentemente verdadera también para las ciencias físicas, en las que vemos de un único vistazo que los tiempos modernos se hallan a una distancia casi incalculable de avance en relación con los tiempos antiguos (Hazan:2010;37)

El hecho de que el desarrollo descrito siga por lo demás un trayecto lineal que fue, es y seguirá siendo continuamente ascendente, muestra que Caird cree también en una historia predeterminada. (Hazan:2010;38)

Estos brotes botánicos portan incluso las esperanzas de Caird en el éxito futuro de la humanidad:

Como el proceso de la vida física, cada frase y cada forma sucesivas, incluso si parecen ser subversivas, no son más que la realización más profunda de aquello que las precedió. El primer paso, como una semilla, contiene ideal e implícitamente todo el desarrollo subsiguiente; el último paso, dentro de la totalidad y la riqueza de su vida, absorbe, explica y es en sí mismo la verdad y la realización de todo aquello que parece haberse desvanecido. (Hazan:2010;39)

…Caird puede asociar el progreso filosófico y artístico a un progreso de la humanidad global y acumulativo en su esencia:

Es un único pensamiento, un cerebro y un espíritu el que ha vencido y pensado a través de las épocas. La vida intelectual del mundo es la vida intelectual de la inteligencia individual extrapolada… Se ha desarrollado progresivamente y el rico contenido de su pensamiento actual no es una aventurada amalgama de opiniones, sino el resultado legítimo y lógico de todos los pensamientos del pasado. (Hazan:2010:39)