Más vale llevar registro y compartición de los caminos importantes que se siguen caminando, y no quedar totalmente callados como si hubiéramos muerto.
Por aquí comparto una evaluación que escribí para la licenciada en historia, curandera, músico, partera, maestra, terapeuta Tanya Patricia Gómez Rugerio.
Siendo ella una activista de la salud de la mujer, lleva un trabajo de varios años gestionando el acercamiento y comunicación de unas mujeres con otras, en relación a los cuidados de la salud sexual. Su enfoque ha sido el de crear y nutrir una Red-Comunidad que conecte los conocimientos de parteras tradicionales con una mayor cantidad de usuarias, a la par de hacer un trabajo de formación y compartición de los valiosos saberes que cada una de ellas lleva consigo.
Yo me acerqué a ella y la Red al andar buscando aprender a ser partera.
La aventura a la que me ha lanzado ese acercamiento, va mucho más allá de lo que puedo escribir en un pequeño post, sin embargo empezaré por compartir aquella evaluación que hice después de tomar un curso de Iniciación a la partería tradicional, y otro más de Ginecología natural.
El curso de ginecología natural me parece una herramienta valiosísima para cualquier mujer que desee conocer a fondo sobre sí misma, y con base en esto, organizar mejor sus días, sus agendas y sus cuidados personales. Ya que en la salud sexual y reproductiva se reflejan muchísimos, si no es que todos los aspectos de los buenos o malos hábitos en cualquier nivel del existir.
La duración del curso me pareció totalmente pertinente con la estructura guía de los temas expuestos. No se sintió un ritmo acelerado ni exageradamente laxo, sino un tiempo adecuado entre clase y clase para reflexionar, repasar y ordenar el conocimiento. De igual forma, la duración de cada clase me pareció lo justo y necesario para ahondar en cada temática.
La estructura que menciono se hizo de nuestro conocimiento al inicio del curso, por lo que ya conocíamos de qué se iba a hablar cada semana. Sin embargo, no dejaba de ser una sorpresa la aproximación tan clara y bien explicada de los diferentes aspectos que abordamos. La forma de las clases me parece muy abierta, lo cual es favorable dada la naturaleza vivencial y anecdótica que enriquece la simple teoría. La compartición de experiencias particulares de cada alumna en un ambiente de total apertura, confianza, apoyo y escucha atenta, ayudaba mucho a la comprensión de las reflexiones que el curso buscaba detonar.
Pienso que esta forma de trabajo dejó muy clara la relación directa de la salud de la vulva, vagina, mamas y útero con los estados de ánimo y las historias personales de cada mujer. Un gran aprendizaje que todas nos llevamos, es que el enfoque que adoptamos para afrontar nuestros problemas, puede tanto contribuir a sanar, como a empeorar las condiciones de salud, por lo que es importante estar atentas a nuestros pensamientos, sentimientos, intuiciones así como a las reglas generales de la naturaleza, que se comparten entre todas las mujeres.
Me queda claro a través del curso, que la ginecología, la ginecosofía en este caso, es una materia sumamente amplia, y su estudio a profundidad requeriría detallar casos, observar procesos y aplicar soluciones. A lo que me refiero es a que el manejo de la ginecosofía exige experiencia. Es por eso que, como mujeres, tenemos un laboratiorio en nuestro propio cuerpo, a través de cuya observación y experimentación podemos obtener esta información de primera mano.
Es en ese sentido que el curso me pareció deliciosamente práctico. Ya que se persiguió, por medio de ejemplos y ejercicios físico-presenciales (autoobservación de la vulva, técnicas de automasaje en los senos, respiración ovárica, elaboración de dispositivos para gestionar la menstruación de formas más concientes cada vez) la práctica autónoma de la salud personal, primer paso para poder transmitir el conocimiento a más mujeres que lo necesitan o buscan. Me parece de alta importancia el énfasis que se le dio a la mejora de aspectos cotidianos como la alimentación, el cuidado de nuestros pensamientos, nuestra espiritualidad y nuestras emociones diarias, así como lo crucial que resulta la autoobservación del ciclo en torno a estos aspectos de la vida.
En mi caso personal, como aspirante a partera, ubico que este aprendizaje es fundamental para conocer los por qués de cada problemática con la que me pueda enfrentar en el camino de la diversidad de usuarias con el que me enfrentaré paulatinamente. Y gracias a esas nociones, habrá una base sobre la cual proponer soluciones viables para cada caso.
Y en un aspecto más personal aún, los diálogos que se generaron en este curso me llevaron a conectarme con mis ciclos de manera tan conciente, que se logró en mí la concepción y el inicio de la gestación de un nuevo ser. Siempre estaré profundamente agradecida con mi maestra Tanya Gómez Rugerio por la guía invaluable en este trecho del camino hacia la resolución interna de problemáticas de índole espiritual, familiar, pero especialmente, de conocimiento profundo sobre cada capa y sutileza y evidencia contundente de lo que implica ser mujer, tener la biología que tengo y entonces actuar en armonía con esa naturaleza.
Excelente curso.